Diseño Gráfico
El diseño gráfico tiene como función principal la comunicación, la transmisión de mensajes a través de elementos visuales. Esta comunicación esta orientada a grupos específicos y a públicos objetivos.
Para un buen diseño gráfico se deben seleccionar aquellos elementos culturales, de edad, incluso geográficos o referentes a los hábitos de vida, que mejor definan a los clientes. Hay que tener muy estudiado el target para conocer todos estos elementos, que resultan fundamentales a la hora de elegir un diseño u otro.
Este sería el conocimiento previo necesario para el posterior proceso creativo que debe llevar a cabo el diseñador. En él se aúnan elementos como palabras, símbolos e imágenes para transmitir una idea clara y concreta. Para hacerlo de forma óptima se necesita experiencia, buen gusto y mucho sentido común.
Para definir el proyecto a través de una idea concreta es necesario que todos los elementos tengan un diseño unitario. Empezando por la identidad (diseño gráfico del logo y la marca) y llegando hasta el producto, la publicidad o, por supuesto, la página web. De esta forma, los clientes reconocerán la empresa más rápidamente y su proyecto tendrá la posibilidad de asociar la marca a un concepto que, a la larga, defina a toda la organización.
El diseño gráfico ayuda al proyecto a ser reconocible frente a otros similares, a marcar la diferencia, a asociarse a un color, a una textura, incluso a la calidad y al prestigio. Existen sectores en los que el diseño gráfico tiene mayor relevancia, como en el entretenimiento, la decoración o la narrativa visual. Para ello, algunos diseñadores han experimentado con algunas herramientas interactivas, con lo que se le añade una aportación extra de diseño multimedia.